Habrá menos demanda de los compradores, que tendrán más fuerza de negociación con el vendedor
Autora: Irene Hernández
Fuente: Bolsamanía
Se estima un ajuste del mercado inmobiliario, tras un 2022 marcado por un gran dinamismo en el sector, pero se espera que después vuelva a recuperar el ritmo. ¿Será 2023 un buen año para comprar vivienda? No se prevé un aumento de precios y, dado que habrá menos demanda, los compradores tendrán más poder de negociación.
Tras unos años con una tendencia al alza en los precios de los inmuebles, se prevé que en 2023 «no habrá un aumento de precios como ha habido estos últimos años», indica el responsable de grandes cuentas de Real Estate de Housfy, David Gordo, que considera que «2023 puede ser un buen año para comprar vivienda», debido a que «al haber menos demanda por parte de compradores optando a adquirir una propiedad, el comprador tiene más fuerza de negociación con el vendedor».
Eso sí, señala que el valor de la vivienda se verá influenciado por la demanda, la cual «prevemos que se concentre en grandes ciudades, en las áreas metropolitanas de estas y en poblaciones costeras, haciendo que el precio de la vivienda no baje, incluso pueda subir, aunque no por encima del IPC». Sin embargo, «en el resto de poblaciones sí se espera una caída de los precios debido a un descenso de la demanda», dice.
También indica que las previsiones para 2023 y 2024 «son muy similares». Para estos dos años estima «un volumen de transacciones inmobiliarias que rondará el medio millón por año». Una cifra que estaría algo por debajo de las obtenidas en 2022, de aproximadamente 600.000 transacciones inmobiliarias. Por lo tanto, prevé un ajuste del mercado inmobiliario. Y se deberán dar condiciones como «la estabilidad en los tipos de interés de los préstamos hipotecarios y del mercado laboral» para que vuelva a experimentar un crecimiento.
«Aunque esperamos un cambio de tendencia en 2023, la actividad inmobiliaria seguirá siendo un importante motor para la economía, con niveles de actividad superiores o similares a los alcanzados en los años previos a la pandemia», afirma el director de negocio de Solvia, Ernesto Ferrer-Bonsoms. Según su análisis, 2022 cerrará con aproximadamente 640.000 compraventas, una cifra que superaría ampliamente la del ejercicio previo, para ajustarse en torno a las 580.000 operaciones en 2023.
¿Es buen momento para invertir en vivienda? Para Housfy, aquellos que quieran hacerlo deben saber que pueden encontrar una buena oportunidad en 2023, aunque la incertidumbre económica en la que vivimos apunte hacia lo contrario.
Por su parte, desde la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) aportan ocho tendencias que sucederán en el inmobiliario en 2023. La primera es que los tipos de interés no pasarán la barrera del 3%. Creen que la evolución del euríbor empezará a ajustarse una vez que toque este nivel, «siempre y cuando la inflación se mantenga controlada». Además, «los tipos de interés a largo plazo podrían abaratarse, aunque no a los niveles que hemos conocido en los últimos años».
En segundo lugar estaría el fin de la supremacía de los tipos fijos. La subida de los tipos de interés ha sido generalizada para todos los plazos, una situación que hace que estos productos, que habían sido predominantes en los últimos años, hayan perdido parte de su atractivo. Como tercer punto mira a los ajustes de precios. La contracción de la demanda hará que las zonas en las que la oferta inmobiliaria sea considerable vean una ligera bajada del precio de la vivienda. Este no será el caso en las zonas en las que sigue existiendo una fuerte demanda, no solo por parte de los adquirentes de vivienda, sino también por parte de inversores o compradores internacionales.
La cuarta tendencia será la menor demanda y el mayor tiempo para la decisión de compra. La incertidumbre económica hace que muchos compradores tomen la decisión de aplazar la adquisición de un nuevo inmueble, «por lo que es probable que la demanda de vivienda se ajuste a lo largo de 2023». «El número de potenciales compradores se reduce y los que compran tardan más en decidirse, por lo que se espera que el número de transacciones de vivienda, que alcanzó cifras récord en los meses de recuperación tras la pandemia, experimente ciertos ajustes durante el próximo año acercándose más a las cifras de 2019.», calculan.
En quinto lugar, la hegemonía de la segunda mano, ante la escasez de stock de obra nueva. «El volumen de construcción de obra nueva seguirá moderado porque el nivel de precios alcanzados debido al fuerte incremento de costes, tanto de materiales, energía y mano de obra, hacen que esta tipología de vivienda quede fuera del alcance de la mayoría de los compradores».
En sexta posición, la rehabilitación de vivienda, que será uno de los mercados más dinámicos, tanto por volumen de operaciones, como de generación de empleo, y en gran medida gracias al incentivo de los Fondos Next Generation EU. Como séptima tendencia, los precios de alquileres al alza dada la escasez de oferta. Por último, el mercado inmobiliario seguirá marcado por la dificultad en el acceso a la vivienda en propiedad por parte de los jóvenes.