Acceder a una vivienda en propiedad exige 14 años de salario completo para los jóvenes en España
Independizarse actualmente en España se ha vuelto una tarea casi imposible, impulsada por el constante aumento en los precios de la vivienda. Tanto si se trata de adquirir como de alquilar una casa, el panorama inmobiliario presenta grandes dificultades para quienes desean emanciparse, especialmente si lo hacen en solitario.
A pesar de que el salario mediano de los jóvenes con trabajo subió un 11% en 2024 hasta alcanzar los 14.046,52 euros anuales y de que el desempleo juvenil bajó al 19,1%, gran parte de la juventud sigue viviendo con sus padres ya no por cuestión de edad, sino por una barrera económica insuperable.
Los datos lo confirman: a finales del año pasado, el alquiler medio de una vivienda se situó en 1.080 euros mensuales, mientras que el salario mediano juvenil era de 1.170,54 euros al mes. Esto implica que un joven que busque vivir solo debe destinar el 92,3% de sus ingresos únicamente al pago del arrendamiento, una cifra absolutamente insostenible.
Así lo revela el último ‘Observatorio de Emancipación’ del Consejo de la Juventud de España (CJE). El informe también señala que quienes optan por compartir piso con otras personas tienen que dedicar un 35% de su sueldo mensual al alquiler, superando igualmente el porcentaje recomendado por los expertos.
Comprar una casa, una meta casi inalcanzable
La situación es aún más complicada para quienes desean comprar una vivienda. El precio de venta medio alcanzó los 197.210 euros en la segunda mitad de 2024. Por ello, un joven necesitaría destinar la totalidad de su salario durante 14 años para adquirir una casa. Solo para la entrada se exige el desembolso de 59.000 euros, cerca del 30% del valor total del inmueble, lo que equivale a cuatro años de sueldo íntegramente dedicados a este pago inicial, una cifra fuera del alcance de la mayoría.
La mayoría de los jóvenes emancipados optan por el alquiler, representando el 57,9%. Pocos se independizan solos, y cada vez más comparten vivienda, dado que alquilar individualmente supone dedicar casi todo el salario a una propiedad que ni siquiera les pertenece.
La emancipación juvenil toca mínimos históricos
La tasa de personas jóvenes que logra emanciparse está en su punto más bajo desde 2006: solo el 15,2% consiguió salir del hogar familiar entre julio y diciembre de 2024, lo que implica 102.203 jóvenes menos respecto al año anterior. Esta cifra se sitúa 11 puntos por debajo del máximo previo a la crisis de 2008 y 3,5 puntos inferior al nivel anterior a la pandemia.
El descenso no es homogéneo en todas las comunidades autónomas. Canarias y Cataluña son los territorios donde más ha caído la emancipación juvenil, indicando que aquí es aún más difícil para los jóvenes salir de casa. Por otro lado, apenas Galicia y Cantabria han experimentado un pequeño aumento, subiendo en torno a medio punto porcentual.
Jóvenes trabajando y estudiando a la vez
Aunque muchos jóvenes tienen empleo, solo el 26,4% pueden permitirse vivir por su cuenta. Es decir, casi tres de cada cuatro jóvenes asalariados siguen en el hogar familiar. Además, el 35,5% de los jóvenes entre 16 y 29 años compaginaban trabajo y estudios a finales de 2024, una cifra muy superior al 2% que ni estudiaba ni trabajaba.
Por todo ello, el Consejo de la Juventud de España reclama más intervención pública en el sector de la vivienda, subrayando la responsabilidad de las administraciones para revertir esta situación. Insisten en que sin medidas y un trabajo conjunto, la emancipación de los jóvenes continuará empeorando, sobre todo en grandes ciudades como Barcelona, donde la problemática del acceso a la vivienda se intensifica.