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La escasa vivienda nueva en Barcelona cuesta de 273.000 euros a 20 millones y evoluciona con cocinas abiertas y piscinas

Las nuevas tendencias en construcción en Barcelona apuestan por viviendas más amplias, habitaciones de mayor tamaño y zonas comunes orientadas al ocio. En 2024, el precio medio de los pisos de obra nueva en la ciudad se situó en 689.000 euros, con una superficie media de 83 m². El debate sobre la normativa que obliga a destinar el 30% de las nuevas promociones a vivienda protegida está a punto de quedar fuera del mandato.

Los precios de los pisos a estrenar varían enormemente según la zona: desde los 273.000 euros por una vivienda de 2 dormitorios y 61 m² en Trinitat Vella, hasta los 20 millones que pueden alcanzar los chalets de lujo en Pedralbes con 901 m². La oferta de obra nueva en Barcelona se mantiene limitada, con cerca de 85 promociones actualmente en venta, cifra similar a la de ciudades más pequeñas como Zaragoza. Estas promociones están repartidas por casi todos los distritos y cubren distintas franjas de precio.

Entre las tendencias más marcadas destaca la integración de las cocinas en el salón, baños en suite para habitaciones principales y dormitorios más espaciosos y con salida al exterior respecto a años anteriores. Siempre que el urbanismo lo permite, se incluyen zonas de esparcimiento comunitarias como jardines o gimnasios.

En el centro de Barcelona los precios raramente bajan de los 400.000 euros y habitualmente se limitan a pisos de una habitación. Para tres dormitorios, los precios fácilmente superan los 700.000 euros en el Eixample y pueden alcanzar el millón de euros, especialmente en plantas altas y fincas exclusivas. Sant Martí lidera la oferta de vivienda nueva con al menos 17 promociones, seguido de Eixample y Sants-Montjuïc. Si buscas precios más bajos hay que mirar hacia barrios periféricos como Horta-Guinardó, Sant Andreu o la Marina del Prat Vermell, donde existen opciones en torno a los 300.000 euros.

Según la Associació de Promotors de Catalunya (APCE), los pisos más comunes de obra nueva en Barcelona en 2024 contaban con 83 m² y dos habitaciones, aunque la oferta de tres dormitorios también es significativa. Durante el año se contabilizaron hasta 175 promociones con más de 3.200 viviendas. Horta-Guinardó se consolida como uno de los distritos con más actividad en el sector.

Actualmente, la demanda de vivienda sobrepasa ampliamente la oferta. En 2023, el número de pisos iniciados cayó más de un 10% debido en gran parte a la exigencia municipal de reservar un 30% para vivienda protegida en proyectos de nueva edificación o rehabilitación. El presidente de APCE, Xavier Vilajoana, considera que esta normativa es la principal razón del limitado desarrollo inmobiliario. Aunque Barcelona dispone de poco suelo libre, existen numerosas posibilidades de rehabilitación o sustitución de edificios antiguos.

Las viviendas nuevas en Barcelona, especialmente en distritos como Eixample y Ciutat Vella, suelen ser resultado de rehabilitaciones integrales con redistribución de espacios y nuevas instalaciones. Estas reformas han representado un tercio de toda la oferta de obra nueva el pasado año. Los promotores priorizan ahora el aislamiento acústico y térmico y buscan mejoras en eficiencia energética, además de incorporación de sistemas sostenibles de climatización como la aerotermia, mientras que la calefacción de gas pierde peso.

La oferta actual muestra como el diseño interior busca optimizar cada metro útil: se minimizan pasillos y tabiques, se integran las cocinas abiertas y los espacios modulares con paneles móviles se vuelven frecuentes. Esta tendencia responde al aumento de hogares unipersonales y familias pequeñas que aún valoran disponer de una segunda habitación para invitados o teletrabajo. De hecho, solo una de cada diez nuevas viviendas es de una sola habitación. El concepto abierto permite no solo compartir espacios durante la cocina, sino también ampliar visualmente la vivienda.

El estudio Peris Toral Arquitectes señala la tendencia hacia viviendas sin jerarquías en las habitaciones: todas del mismo tamaño y sin pasillos, diseñando la cocina como núcleo central frente al tradicional salón-comedor.

La venta sobre plano sigue siendo habitual en Barcelona, permitiendo al comprador modificar ciertos detalles en la distribución o elegir acabados entre varias opciones. En decoración predominan suelos en tonos claros, microcemento y azulejos de estilo minimalista, imitando piedra, madera o mármol.

Los promotores tampoco olvidan la importancia de los espacios comunes para atraer compradores, aunque su configuración depende de la normativa urbanística y el tamaño del edificio. En barrios en desarrollo como Marina del Prat Vermell o la Sagrera, es más fácil encontrar bloques con jardines y piscina porque hay más terreno disponible y número de viviendas. Sin embargo, incluso en el Eixample surgen propuestas con oasis comunitarios: jardines, gimnasio, terrazas, aparcamiento para bicis y bodegas en la misma finca.

Las piscinas en la azotea empiezan a multiplicarse en barrios como El Coll (Gràcia), la Marina del Port, el Guinardó, o en ubicaciones tan céntricas como la calle Pelai, adaptándose a todos los gustos y presupuestos. En resumen, la obra nueva en Barcelona se reinventa apostando por la funcionalidad, la eficiencia y el diseño, sin olvidar tendencias crecientes como espacios comunes o cocinas abiertas, aunque la falta de suelo y las restricciones normativas siguen limitando el número de viviendas disponibles.

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