Autor: Raúl González
Fuente: as.com
El pleno dominio, también conocido como plena propiedad, es un derecho que posee una persona sobre un determinado bien mediante el cual, además de tener la propiedad de dicho bien, puede hacer un uso pleno de este. Es decir, a la persona que tiene el pleno dominio le corresponden los derechos tanto del nudo propietario como del usufructuario.
A su vez, el usufructo es el derecho por el que una persona puede usar los bienes de otra y disfrutar de sus beneficios, con la obligación de conservarlos y cuidarlos como si fueran propios. Por último, la nuda propiedad es aquel derecho de una persona sobre una cosa en la que su relación con ella es de ser sola y únicamente propietario.