· 25-11-2024
Canadá se ha convertido en un ejemplo a seguir en la lucha contra la crisis de la vivienda, demostrando que construir miles de casas en pocos meses es posible si se priorizan las políticas adecuadas. En un contexto global donde la demanda supera ampliamente a la oferta, este país ha implementado soluciones que podrían ser un modelo para otras naciones, incluida España, donde el acceso a la vivienda sigue siendo un problema crítico, especialmente para los jóvenes.
¿Cuál es el problema?
El aumento constante de los precios de compra y alquiler, sumado a la falta de oferta en las grandes ciudades, crea un cóctel explosivo. Los intentos de intervenir precios o dar ayudas directas, aunque bienintencionados, no logran atacar el problema de raíz: la falta de vivienda suficiente en las zonas más tensionadas.
Mientras tanto, Canadá ha decidido tomar el toro por los cuernos, enfrentándose a su propia crisis de vivienda con un enfoque más ambicioso: construir rápidamente para equilibrar la balanza entre oferta y demanda.
La estrategia canadiense: más casas, menos burocracia
Desde 2022, Canadá ha logrado levantar más de 10.000 viviendas en tan solo seis meses gracias a un plan que simplifica los trámites y elimina barreras administrativas. ¿La clave?
- Creación de una ventanilla única: todo el proceso para construir se concentra en un solo punto, lo que ahorra tiempo y elimina papeleo innecesario.
- Uso de suelo público: grandes extensiones de terreno estatal se han destinado exclusivamente para proyectos de vivienda.
- Flexibilización de normativas locales: se permite construir edificios más altos y cercanos entre sí, maximizando el uso del terreno disponible.
Además, el gobierno federal ha incentivado a las ciudades y provincias con subvenciones millonarias para que implementen políticas más favorables a la construcción. Esto incluye eliminar restricciones urbanísticas como los mandatos de estacionamiento o las limitaciones de densidad.
¿Qué puede aprender España?
En España, donde las políticas de vivienda suelen centrarse en controlar precios o fomentar el alquiler social, es necesario un cambio estructural que priorice la construcción masiva de viviendas en zonas con alta demanda, como Madrid y Barcelona.
Un informe reciente señala que, aunque medidas como las ayudas al alquiler o la liberación de terrenos públicos son un paso positivo, la solución real pasa por incrementar la oferta de forma drástica. Canadá ya está viendo los beneficios de su estrategia, aunque no sin desafíos.
Resultados y retos del modelo canadiense
El plan de Canadá incluye la construcción de 3,87 millones de viviendas adicionales para 2031, con un enfoque en vivienda asequible. Hasta ahora, iniciativas como la Rapid Housing Initiative han superado expectativas:
- Más de 15.500 viviendas asequibles ya están en marcha.
- Grupos vulnerables, como mujeres con hijos y comunidades indígenas, están recibiendo atención prioritaria.
Sin embargo, no todo es perfecto. Los analistas advierten que alcanzar estas cifras requerirá esfuerzos monumentales y una colaboración sin precedentes entre el gobierno y el sector privado. Además, el acceso al suelo urbanizable sigue siendo un desafío clave, tanto en Canadá como en España.
¿Es posible replicarlo aquí?
Aunque Canadá y España tienen contextos diferentes, hay elementos que se podrían adaptar fácilmente:
- Reducir la burocracia: Un sistema de ventanilla única podría acelerar proyectos en España.
- Aprovechar el suelo público: El Estado y los ayuntamientos tienen terrenos infrautilizados que podrían destinarse a vivienda.
- Flexibilizar normativas urbanísticas: Permitir más densidad y reducir restricciones como las alturas máximas o los requisitos de aparcamiento.
Conclusión: la oferta es la solución
Mientras Canadá avanza con planes ambiciosos para resolver su crisis de vivienda, España puede aprender de su ejemplo. Si no se actúa con rapidez, la falta de vivienda accesible seguirá empujando a más personas a situaciones precarias.
La lección está clara: para que los precios bajen y el acceso a la vivienda mejore, la solución pasa por construir, y hacerlo rápido.