Autora: yaencontre
Fuente: Idealista
La vivienda registró una subida de precios generalizada en 2022, pero muchos indicadores y expertos vaticinan que los precios de las viviendas pueden empezar a bajar este año. El mercado inmobiliario dependerá de cómo evolucionen factores como la economía o la guerra en Ucrania. ¿Cuánto van a bajar los precios de la vivienda? Los descensos podrían llegar hasta el 10%.
Para el experto Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, el mercado inmobiliario continuará polarizándose. “Esperamos caídas de los precios en aquellas viviendas de precio medio y medio bajo, cuyo comprador tipo son las familias a las que más está afectando la incertidumbre sobre la economía en general y el encarecimiento del coste general de la vida”.
Por tanto, esta reducción de precios no va a ser algo generalizado. Opina que coexiste con esta realidad otra muy distinta que es la de la vivienda de lujo, cuyos precios, y número de promociones parece no dejar de crecer. “Es cierto que es un tipo de vivienda que no supera el 12% del total, pero hay que destacar que esta franja de producto continua en plena efervescencia, en muchos casos motivada por la creciente llegada de fortunas de otros países, en muchos casos hispanoamericanos, interesados en invertir -o en quedarse a residir- en nuestro país”, puntualiza Duque.
Los últimos datos del XIII Barómetro Inmobiliario de UCI y SIRA indican que más del 61% de estos profesionales cree que el precio de la vivienda bajará, en mayor o menor grado, en la recta final del año y principios del 2023. “No hablamos de un descenso muy acusado, sino moderado, en torno al 5-10%, según sostiene la mitad de los agentes”, en palabras de José Manuel Fernández, subdirector general de UCI.
Esta visión de descenso moderado de precios es cada vez más apuntada por los agentes y creen que será el escenario que marque la compraventa de vivienda a principios de 2023.
Desde Alfa Inmobiliaria estiman que en estos primeros meses del año la caída de la actividad, y de los precios, pueda rondar el 3%, y quizá alargarse durante todo el ejercicio, para repuntar en 2024. “Pero mientras la demanda sea muy superior a la oferta, no esperamos que la caída sea muy superior”.
Señalan que esto puede suceder por las enormes tensiones que a nivel mundial está generando la guerra de Ucrania. “El 80% de los compradores son las clases medias y bajas muy afectadas por la subida de tipos de interés, y del coste general de la vida, por el endurecimiento del acceso al mercado hipotecario y por las crecientes dudas sobre el futuro inmediato del mercado de trabajo. Todo ello hace que, en muchos casos, y a pesar de la necesidad, se esté posponiendo una decisión con tantísimo impacto en la economía doméstica como es la compra de una vivienda”.
Para UCI, hacer predicciones a largo plazo sobre el comportamiento de los precios de la vivienda es complicado porque ello dependerá en gran media del contexto económico a nivel general. “Si a lo largo del año desaparecieran los problemas exógenos al propio sector (fin de la guerra en Ucrania, bajada de la inflación, moderación de los tipos de interés, etc.), el mercado volvería a recuperar el ritmo que hemos visto desde la recuperación pospandemia”.
El principal motivo es que la demanda de vivienda está descendiendo, a la vez que aumenta la oferta de vendedores. Según UCI, en esta edición del barómetro han percibido que se está abriendo una brecha entre la oferta y la demanda, aumentando el número de vendedores y reduciéndose el de compradores, “lo cual llevará en el medio plazo a un ajuste de precios, especialmente en aquellas zonas donde la demanda sea inferior”.
El otro gran factor, sin duda, es el incremento de los tipos de interés y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas, que reducirá la capacidad de pago de los compradores que necesiten financiación (aproximadamente el 50% de las transacciones del mercado).
Para UCI no se puede generalizar. “Todo dependerá mucho del perfil del comprador. Es fundamental que las decisiones de compra se hagan de forma meditada y considerando todos los aspectos que impactan a la economía de las familias», afirman.
Ahora bien, la inversión en inmobiliario siempre se ha visto como un valor refugio y, en estos momentos, según UCI, no existen muchas alternativas para la inversión de los pequeños ahorradores, que seguirán viendo en el ladrillo una oportunidad rentable a medio y largo plazo.
Jesús Duque, por su parte, recomienda a quien quiera comprar que valore de forma realista si un futuro incremento de las hipotecas puede repercutir muy negativamente en su situación financiera. Y valorar cuál de las dos opciones prefiere, “si comprar ahora, a precio más alto e intereses más bajos, o al contrario. Pues, tal y como ya se ha anunciado oficialmente, estamos ante las primeras de próximas subidas de los tipos de interés”.